lunes, 7 de diciembre de 2009

Ascenso tras el descenso...

Supongo que a veces es necesario bajar a los infiernos para darnos cuenta del infinito valor que posee la vida, la libertad, nuestra persona...



Y al volver, qué bonito se nos plantea el sol cada mañana, que bonito es dar gracias todos los días al despertar... que bonito es sentir calma... tranquilidad...

jueves, 19 de noviembre de 2009

Mi última carta...

Esta es mi última carta, aunque no creo que nunca llegues a saber de su existencia... es una forma de desahogo, una manera de intentar quitarme el peso que tengo en el pecho, un grito desesperado de pedir al cielo que me ayude a pasar esto... una petición de olvido, una partida al desprecio...


Se que he sido yo la que ha dicho adiós primero, y creo que es lo correcto. Se que no estás de acuerdo, pero, enemigo, ya no se si es debido al interés o al amor que decías sentir hacia mi. No se si realmente me has querido, o si me has querido a tu manera, o si has intentado comprar el amor de mil formas no materiales para un propósito que, de momento, intento se escape a mi mente. Sin embargo, ha sido decir se acabó, y se ha acabado... no se, pensé que me querrías algo mas. Llamalo ego de mujer, pero ya me has hecho sentir la mierda en el suelo que contigo llegué a ser... es fácil olvidarse de alguien como tu dijiste... tu ya lo has hecho... es cierto, olvidarme debe ser fácil.


Ayer estube pensando en nosotros, no se, no todo fue malo... aunque lo bueno fuera irremediablemente unido a un desencadenante malo. Quizás el que te hayas ido ha sido una forma agradable de que esto se termine, así, es más cómodo decir que han sido las circunstancias las que nos han separado antes de reconocer que tenía miedo a abandonarte. Ya no se si miedo físico o irreal... pero tenia miedo. No se, esta nueva actitud de total desprecio quizás me haga ver que simplemente me habrías desechado de tu vida y no me habrías perseguido como me dijiste en alguna que otra ocasión... "vayas donde vayas, nunca te podrás librar de mi"...


Quizás todo lo malo sea una construcción de mi mente extraña, y no sea verdad todo lo que he visto en mi mente en las últimas dos semanas... de cualquiera de las maneras, ya no estás, y tengo que seguir mi vida, aunque me cueste no pensar que no he valido lo suficiente para que me retuvieras en tus pensamientos algún tiempo mas... pero también me demuestras, con esa actitud, que es hora de que sea yo la que me de a valer, desprendiéndome de los prejuicios y las imágenes que hacia mi misma mi mente creó...



Por eso se acabaron las peleas a medianoche, los gritos de madrugada, los empujones en el baño por dios sabe que, las lágrimas y ocultarme porque tengo miedo, el apagar el movil, el no salir, el tener miedo a que te enfades... se acabó el pensar que tu eres el centro de todo, y que yo, sin ti, no valgo nada.

















Supongo que ha sido una experiencia conocerte, QUERIIDO ENEMIGO...

sábado, 10 de octubre de 2009

Esperamé, yo te esperaré

Todavia no me creo que te hayas ido. Miro el movil, y espero con las mismas ansias el momento de tu llamada. No, no me lo creo. Todavía me resisto a creer que todo esto haya pasado, y solo espero el momento de despertar de esta maldita pesadilla que con el paso de los días se me está transformando en una escalofriante realidad… tu ausencia.

No, todavía me resisto a creerlo, a aceptarlo. Aceptar que esto haya llegado al fin, que nunca más volveré a sentirte a mi lado, a saber que vendrás a buscarme a la hora de la quedada, al momento en el que nos fundiremos en un abrazo y sabremos que el mundo no existe para nosotros dos, que solos tu y yo vivimos en una burbuja en la que nadie puede entrar, ese aura llena de protección, amor y cariño que va mas allá de la comprensión de todos aquellos que no creen en el amor.

No, dime que no es el fin. Dime que podremos encontrar una solución, dime, por favor que todo esto no se ha acabado. Dame un recoveco de esperanza ilusoria en el que poder cobijarme hasta el momento de tu regreso. El momento en el que todo volverá a ser como siempre, tu y yo y nosotros como única realidad verdadera y válida… nosotros, solos, tu y yo.

Tu eres mi vida, mi cielo, mi razón de seguir adelante. Contigo se que todo puede ser posible, que si lo podré lograr. Tu eres el motivo por el que he vuelto a creer y a sonreir como una niña, la razón por la que he vuelto a recuperar las ganas de superarme una y otra vez. Tu eres todo, tu eres mi todo.

Prométeme que volveremos a estar juntos, así pasen tres, cinco o diez años. Que volveremos a estar juntos, pase lo que pase, que esto no es un adiós definitivo, solo una pausa, un momento para los anuncios, para la publicidad, para volver a coger la historia con más emoción si es que eso es posible. Ç

Niño, tu eres mi vida, y no sabes como me está comiendo la desesperación por dentro. No duermo, apenas como, solo le doy vueltas y vueltas a la cabeza acerca de cómo podrìa conseguir que volvieras, y mandar a todo el mundo que te ha hecho sufrir a la mierda, para darles en las narices con sus puñeteros discursos de burocrácia inexistente, ciega y estúpida.

¿sabes algo? Yo te esperaré siempre, porque eres el único hombre del que me he enamorado y del que me enamoraré, y todavía quiero creer que podrás volver. Me dicen que lo único que puedo hacer es casarme… pero ahora no puedo hacerlo, no puedo. No es un plan factible, no se puede sustentar en los malditos preceptos legales que exigen un patrimonio común y un historial de nosequé mierda para que podamos certificar que esto es algo más que un maldito papel de mierda. Pero ¿sabes otra cosa? Que si que me casaría contigo, no para arreglar esto, sino porque te quiero, y te quiero tener todos y cada uno de los dias de mi vida a mi lado. Quiero ver como el tiempo pasa por nuestros ojos. Y si no hay matrimonio, pues que no lo haya. Yo solo quiero pasar el resto de mi vida contigo… uno tras otro y tras otro…

Así, que te propongo algo, cuando pueda sustentarme por mi misma, cuando pueda certificar todo aquello que me piden para un maldito matrimonio o lo que sea, aceptame en matrimonio, porque te quiero, así pasen tres, cinco, o diez años. Casate conmigo dentro de tres años. Vente a vivir conmigo dentro de tres años. Haz tu vida conmigo para siempre dentro de tres años. Se mio para siempre y acéptame tuya para siempre dentro de tres años… quiereme para siempre dentro de tres años…



Yo te querré siempre mi vida, mucho más de tres años… así pasen treinta años.

miércoles, 8 de julio de 2009

Adios.

Me has mentido. Y yo te he creido... o he creido creerte, según se mire. Y sigues mintiendo. Ya sabía que eras el enemigo, pero nunca imaginé hasta que punto lo serias. Y mirame, que idiota soy, y más aún que he sido. No me creo nada. Ya no. Se me han olvidado nuestras noches, nuestras tardes hablando, nuestros cafés y tus "buenos días mi vida". Se acabó, ya no te creo.


Un día me dijiste que no matara lo que sentías por mi... bien, ahora te veo como un aprovechado que creyó encontrar en la pequeña niña de ojos azules que no soy a la idiota que se enamoraría y creería cada palabra que salia de tu boca. Lo siento, te equivocaste de cría. No es que yo haya matado nada... no se puede asesinar aquello que nunca nació. Y puede que si sientas cariño... pero lo has enterrado mentira sobre mentira... ya ni siquiera pienso que tu nombre sea verdad.


Y te voy a decir adiós aunque me duela la vida... ya solo siento rabia, rabia y dolor. Espero que haya alguien que te crea cariño... porque obviamente, las historias (mas todavía) de anoche, siguen sin encajar en el incompleto puzzle que has creado de tu vida.


Y gracias al cielo doy de no tener nada tuyo dentro de mi. Si, supongo que fuiste el polvo del siglo... pero bueno, todavía me queda por buscar el del milenio.














Mierda de Atlántico y de playa... al carajo.

lunes, 15 de junio de 2009

Ahora...

Mi niño, no te entristezcas ni te preocupes por mi. Son cosas de mayores las que pasan ahora, pero tu debes de estar tranquilo, porque saldremos de esta, te lo prometo. Mirate lo grande que estás, no paro de preguntarme cómo te sentirás en ese pequeño lugar en el que estás despertando a la llamada vida. Yo nunca te dejaré solo, antes moriría. Nunca te haré sentirte mal mi vida, porque tu no tienes la culpa de nada de lo que me pase a mi. Tu eres mi decisión y mi responsabilidad, al tiempo que lo que mas quiero en este mundo en este momento.


Ayer decidí marcharme de casa. Nunca volverá a ser nada como antes. Pero saldremos adelante mi vida, te lo prometo. Mientras escucha aquello de carnecita de gallina y recuerda que antes de que la luna se meta en tu cama ya me habré metido yo para cantarte las nanas que me invento.


Tranquilo mi vida, mi alma, mi corazón... que la madre fortuna volverá a sonreirnos a los tres.

martes, 9 de junio de 2009

De nuevo hablan mis entrañas...

Ya tienes casi dos meses... y mirate lo grande que estás. Debo decirte que me molesta esta maldita tripita que me está saliendo, pero no puedo dejar de acariciarte mientras la miro al espejo. Algunos dicen que tengo un brillo especial en la mirada, otros, que parece que no he parado de llorar en meses... y es cierto, no paro de llorar. Lloro por tí, y por mí, porque no se que hacer con nosotros. Si otras fueran las circunstancias y el momento, haz cuenta de que ni siquiera me plantearía otra alternativa que la de verte crecer día tras día en mis entrañas. Pero ahora ¿qué solución es la adecuada? No hablo de la fácil o de la correcta, puesto que de ambas se la respuesta, hablo de la adecuada a mi edad y a la tuya. A mi vida y a la suya, a la que hemos convertido en la nuestra...


Tranquilo mi vida, que ahora, en el momento presente sigues estando a salvo. Ahora he descubierto que tu has descubierto los frutos secos, y que, al igual que a mis pulmones, el tabaco no te gusta. Cuando pongo carnavales noto que el corazón se te alegra, debe de ser porque también te sientes de la tierra que pisas.


Mi niño, mi vida, mi corazón, descansa tranquilo y escucha los pasodobles que te canto para que te duermas...

lunes, 1 de junio de 2009

Pensamientos del lunes por la noche (Vol. ?)

Es lunes, y ya no sé que es lo que siento. Mentiría si dijera que no he pensado en tí ni un solo momento... pero eso sería mentir... y ya sabes que yo no se mentir. A veces me pregunto la imagen que daremos desde fuera... yo desde dentro te veo como un angel que ha llegado desde el infierno para cuidarme... y me preguntas si te doy miedo... y es verdad; no es que me des miedo... es que me das pánico. No se ni de la historia la mitad... pero eso ya me da igual. Cuando me abrazas por las noches, cuando me tapas con la manta, cuando me coges en brazos y me dices que todo pasará pronto y después me susurras un "sabes que te quiero mucho" no puedo evitar decirme ¡qué demonios! mi alma ya está condenada, qué mas da que me condenes tu también. Y tienes paciencia, y me explicas las cosas como la niña que para ti soy. Tu dices que eres un viejo... pero cuando duermes yo creo que no es asi... tu eres mi niño, al cual yo también voy a cuidar, porque esto del amor dicen que es cosa de dos... y yo no lo he comprendido hasta ahora ¡mira si seré idiota!




Y aunque se, que al igual que los dulces de chocolate (uno de mis favoritos) tiene fecha de caducidad natural, no puedo evitar sentirme afortunada por tener a alguien como tu estrechándome entre sus brazos...




Y ya ves, que junto con el perro vos y yo hacemos linda estampa!

viernes, 22 de mayo de 2009

No me importa...

No me importa que hiciste o a donde fuiste. No me importa nada. No me importa si hiciste daño, si te persiguió la policía o si tienes cuentas pendientes con la mafia. No me importa si estuviste a punto de casarte, si tienes la casa, el coche y el local para montar tu vida lejos de aquí. No me importa quién te besó antes que yo, no me importaa quien engañaste o qué cosas ilegales pasaron por tus manos.


Mira bien lo que te digo que todo eso me da igual. Porque tu estás aquí y ahora, y estás conmigo. Y dices que me quieres y yo he decidido creerte.




Por eso me da igual todo el maldito pasado. Porque el mio ha desaparecido en el momento que llegaste tu.

martes, 19 de mayo de 2009

En mis entrañas...

Me miro al espejo y te acaricio, aunque todavía no sepas de tu existencia. Te hablo y te susurro pequeñas palabras de cariño aunque todavía no sepa si existirás o no. Me pongo los pantalones más bajos que de costumbre, no vaya a ser que te ahogues como me ahogo en ocasiones yo.


Y me imagino que cara pondrías si supieras que no me pareces un problema más que una solución. Quizás seas el angel que va a venir a cuidarme, a salvarme del abismo de mi soledad. Y te cantaré nanas, de esas en las que el malo siempre huye para dejar espacio a la felicidad...


Duerme mi niño... duerme conmigo...

lunes, 11 de mayo de 2009

Querido enemigo...*

Ahora me alegro de que me dejaras. Si no me hubieras dejado jamás habria aceptado el trabajo. Si no hubiera aceptado el trabajo probablemente seguiría llorándote. Si no me hubiera ido, jamas lo habría conocido a el.


El es el enemigo con todas las letras. Y en ocasiones me da miedo, porque se que no lo puedo controlar. Es el mismo, y me cuida. Me abraza. Y me dice que no lo deje solo.



Y yo como una gilipollas lo abrazo, le digo que no es un desastre y después lo beso. El me abraza me llama rubia y después me besa.




Lo importante de los fines de semana ya no es que tenga que ir a trabajar. Lo grave de los fines de semana es que me encanta dormir con el enemigo... Y a veces me da la sensación de que no guarda un punzón bajo la almohada...*

domingo, 19 de abril de 2009

Madrugadas de fin de semana...*

Estoy borracha. Me he bebido la mitad de una botella de vino. Y mi cama está sola, no habrá nadie abrazándome cuando apague las luces. En la mesa del salón... bueno, eso es un desastre; un paquete de kikos a la mitad, una botella casi vacía, un vaso al que le estoy dándo el último trago y apuntes de italiano desperdigados por el cristal.


Resumiendo, diré lo siguiente; el chico al que quería está con otra, el chico con el que jugaba lo he mandado a tomar por saco y ahora resulta que duermo con el enemigo.


Mi vida es un caos y lo desconcertante es que me estoy empezándo a acostumbrar. No voy a dar pena, nadie sabe lo que me pasa por la cabeza. Pero en algún sitio tenía que dejar constancia de que es domingo, estoy borracha y hecho de menos al enemigo. Me estoy enamorándo de él. Y lo triste es que me cuenta mentiras que me quiero creer verdades... como la de ayer por la noche; que el tio que me dejó escapar fue gilipollas porque yo era guapa e inteligente, y que no lo decía porque le cayera bien, sino porque era lo que tenía delante. Después me quede dormida en sus brazos y ni siquiera intentó besarme o meterme mano. Maldito cabrón, me tuve que ir de su lado porque la iba a chafar.











Como la gilipollas que soy, metiéndome donde no me llaman y bebiendo para olvidar.

viernes, 17 de abril de 2009

Gritos ahogados sin palabras coherentes*


Mírate al espejo querida, ¿qué es lo que ves? No te reconoces en este estado, y la imagen que tienes delante de ti no ayuda. Necesitas depilarte las cejas, y el corrector de ojeras es bastante útil. Mírate, ¿no te das cuenta de que estás dejando de pensar otra vez? vuelves a dejarte llevar, a ser títere de nadie que vaga borracha por la ciudad. Has vuelto a beber, y has vuelto a drogarte. Te levantas porque es lo que tienes que hacer, y ya ni siquiera te hace ilusión remolonear en la cama. Solo piensas en la hora de la copa, cuando todo se marcha, cuando te quedas sola... que no en soledad, sola sin tus obligaciones, sin tus esperanzas. Sola contigo, el alcohol y el amor de una noche como única compañía.


Al menos has dejado de fumar, por lo que poco a poco va entrando aire en tus pulmones. Has perdido la fe en el amor. La amistad se te torna algo demasiado complejo de entender a medida que los llamados amigos van desapareciendo ahora que los necesitas tanto. La familia es otra historia, sientes que ya no te comprenden, quieres huir, saltar, desaparecer.




Y solo esperas las siete de la tarde, sabiendo que durante tres días solo habrá trabajo, alcohol y olvido. Las palabras superfluas de una noche. La vida que se te marcha para siempre y a la que ya no tienes fuerzas para decirle adiós.






He vuelto al punto en el que decidí huir. Querido extranjero... quizás necesite volver a tí de nuevo.













Y la esperanza naufragó de nuevo, a la deriva, sin una maldita tabla para salvarse

viernes, 13 de marzo de 2009

Soñando cosas extrañas*

Era una cena de antiguos compañeros de instituto. Yo estaba allí. Me había afanado para estar poco más que estupenda. Quería demostrar lo mucho que había mejorado, a pesar de que hubiese ganados unos kilos y que sintiera que volvía a tener quince años. Tenía el pelo largo y llevaba un bonito vestido negro; sencillo, casual, lo justo para que se ciñeran algunas de mis nuevas curvas y lo bastante ancho para que no se marcaran demasiado.

Tenía la copa en la mano y estaba charlando con un par de chicos de mi curso. Siempre fueron amables conmigo, nunca me juzgaron, nunca se metieron en nada.

De repente lo vi, y casi me da un vuelvo el corazón (algo que sí hizo el estómago). No había cambiado nada. Estaba como siempre, como en aquella foto que guardo en mi cajón de recuerdos. Moreno, algo, igual de delgado. La chulería acompañada de un matíz borde por donde quisiera que pasase. Me miró y no se sorprendió. Ni siquiera sonrió, solo me hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo. Yo continué hablando con mi interlocutor, pero este, al movimiento del otro se disculpó y se fué.

Noté que estaba tras de mí, solamente me susurró un "hola" al oido mientras comentaza a besarme lentamente el cuello y descendía por la nuca. Nos habíamos quedados solos en la habitación de entrada, todos estaban ya en la sala central.

Me dí la vuelta y lo ví como lo había visto siempre. Solo que esta vez llevaba una chaqueta negra y una camisa. Estaba más guapo que nunca. Me volvió a besar tras la oreja y yo me dejé. Después le besé yo en el mismo sitio para posteriormente perderme (otra vez) en su boca.


"¿Nos vamos a otro sitio?"

Miré a la otra sala y no dudé ni un instante.

"Vamonos".






Sonó el despertador y me dí cuenta de que llegaba tarde. Cinco horas después, en mi casa, me pregunto ¿qué significado tendrá el volver a soñar con tu novio del instituto?






Espero no conocer la respuesta. Por no complicarme la vida, vaya.

viernes, 27 de febrero de 2009

Vueltas a ninguna parte...

Estaba mirando la televisión. Aquel maldito programa. La presentadora lloraba. Yo quería llorar. Ella jugaba a sentir. Yo lo sentía en carnes vivas.

Casi siempre estás llorando. Casi siempre estoy llorando.


¿Cuantos años tienes? ¿yo o ella? Las dos. Yo no lo sé. Porque a veces me parece que el tiempo se paró en aquella tarde de un mes que no fue cualquiera.


Yo no puedo. Yo tampoco. Yo quiero hacerlo yo. Yo lo intento pero no puedo. A quien le toca le toca. Pero no sé porqué me tocó a mi. ¿Y no te ayudan? ¿Cómo pueden ayudarme? ¿Cómo puedo ayudarme?




A veces se confunde con locura... no es que se confunda... llegas a volverte loca. Estoy loca. Estamos locas. Pero no quisimos ser así... ya sabes lo que queríamos.

lunes, 23 de febrero de 2009

Todavía...


Quizás es que a mi corazón le gusta martirizarse. Quizás se debe a mis sentimentales tendencias sadomasoquistas, a las que les gusta recrearse una y otra vez en recuerdos dolorosos que nada le reportan al (in)grato presente.


Es por ello, quizás, que no me tomo la dosis de calmantes antes de verte, para sentir la adrenalina, e imaginar momentos imposibles que terminan con un "lo siento" de tus labios sellados por un beso. Pero no caigas en el error de pensar que eres el primero con el que hago esto.


Todavía recuerdo aquel primer amor, el primero que me hizo llorar, aquel que comenzó, y terminó al mismo tiempo, el día que se dictó la sentencia en una pequeña calle del pueblo que me vió crecer. Todavía siento, como si fuera ayer, como la desaparición repentina de aquel que con tan bonitas palabras me había ganado me hizo sumergirme en una espiral de la que mentiría si dijera que ya lo he superado.


Después vinieron otros, que me ayudaron a olvidarlo. Un chico que se convirtió en mi primer novio... en mi primera vez, en mi primera pareja como tal. Un chico que me acabó haciendo llorar, pero al que no guardo rencor, porque el tiempo me ha enseñado a comprenderlo y a saber que yo era demasiado debil para el... o quizás, demasiado rara.


Recuerdo otros besos, en noches de verano... incertidumbre por la distancia, palabras que cayeron al olvido... y noches en vela, sollozándole a la luna, pidiéndole las respuestas que ella nunca me dió pero que me llegaron de otras manos.


Si, recuerdo muchos besos... algunos de mentira, otros más sinceros... otros fruto del cansandio, otros de la rabia. Otros con un resquicio de amargura feminista, otros llenos de ira, de fuego, de pasión. Otros, quizás los más amargos, fruto del alcohol y de la borrachera... acompañados por el frío de la mañana amainados por un café que era más dulce que el recuerdo de la oscuridad precedente.



Si... fueron otros besos y otros amantes. Fueron otras noches y otras historias... otras mañanas y otras no decisiones... fue el alcohol y fue la necesidad de escapar... fue la desesperanza o el miedo, el terror a la soledad, que me llevaron a buscar el amor momentaneo (si es que puede llamarse así) en las compañías erroneas que solo quedaban en instantes efímeros sin ninguna trascendencia más que en el momento compartido.



Si, fueron otros. Que no fuiste tu. Y en medio de una vorágine que parecía encontrar la salida, apareciste con tu maldita sonrisa y tus ánsias de comerte el mundo.



Y aquí me tienes, intentando no pensar en tí. Intentando olvidarte como buenamente puedo maldito cabrón. Que me prometiste el mundo para luego darme un mísero trozo de periódico. Que me dijiste Te Quiero cuando no sabías que decir. Que me besaste en fin de año para dejarme el año nuevo vacío.



Y todavía me preguntan que como estoy... jodida, estoy jodida. Haciéndome la fuerte para que no me veas caer... para que te vuelvas a enamorar si alguna vez lo estuviste... para que me mires como la chica alegre y sonriente con la que una vez quisiste recorrer el mundo.

domingo, 15 de febrero de 2009

Verte de nuevo es verte como siempre...


Hace dos días te vi después de aquel fatídico café. Sigues igual de guapo que siempre, y la sonrisa sigue iluminando tu cara. Sin embargo, creo que huvo algo diferente en tu expresión, o quizás serían imaginaciones mías derivadas del cansancio acumulado tras varias horas de viaje. Ver como te fuiste al poco de mi llegada casi llega a alimentar mi ego... o el verte ayer repitiéndome una y otra vez lo borracho que estabas. Quizás, en tu crápula, estaba la oportunidad de volver a besarte... o no.


O quizás cuando bromeaste con aquello de venirte a casa... ojalá lo hubieras dicho de verdad. Sin embargo, ya no se que es lo que siento, o pienso, o... Me gustaría pensar que te has parado a pensar en esto, o que te has planteado el "qué hubiera pasado si quizás". Pero no soy idiota (al menos ya no tanto) y sé que solo son las divagaciones ilusiorias de una mente desubicada tanto en el espacio como en el tiempo. Pero bueno, creo que divagar no es demasiado nocivo siempre y cuando seas cosciente de la cerca que separa ambas realidades.


Verte de nuevo, querido, es verte como siempre. Y soñar con besarte de nuevo, o pensar en un arrepentimiento por tu parte, han quedado como divertidos pensamientos de mi ociosa mente. Sin embargo, no me atrevo a decir que ya te he superado, porque quizás no sea verdad... pero soy consciente de la ineludible verdad de tu rechazo hacia una relación como la pasada (si es que alguna vez existió como tal) a la vez que me recocijo en el hecho de como me miraste ayer... aunque me desilusioné por no encontrar unos labios que me esperaran, tímidos, al volver la cabeza.



Quien sabe, quizás es que seas tímido, o quizás es que ni siquiera te atraiga... O quizás es simplemente que el tedio terminó por llenar ese espacio que siempre existió entre nosotros...





Pero bueno, solo decirte, sin pretensiones de ningún tipo, que te he echado de menos, y que me alegro de haberte visto.




Y esta vez, debido a tu desconocimiento de este espacio privado, no me darás una respuesta... al igual que no lo hiciste cuando te lo dije directamente.

viernes, 6 de febrero de 2009

Un solo pensamiento...


Cuando salí de aquel maldito examen solo pude pensar una cosa en medio del sentimiento de fracaso que me invadía... llamarte para oir tu voz y reir... y que me animaras como siempre lo conseguias...




Porque, estando a tu lado, el mundo desaparecía en pro de una nueva realidad; Tu y yo.





Y todo lo demás, por lo menos para mí, perdía importancia en cuanto te veía sonreir.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Perdida...

Perdida en un mar sin saber que rumbo tomar, me siento como un naufrago sin un Wilson a quien contarle mis desvaríos adolescentes. No sé que camino escoger, no sé a donde dirigirme. No se nada.

Cierto día, hablando con un amigo, me comentaba el hecho indiscutible de que sus planteamientos se habían derrumbado sin dejar en su lugar unos nuevos. Las opiniones que antes se tomaban como irrfutables se presentan ahora como carentes de fundamento o razón. A esto le contesté, entre sorprendida y directa, que es aquello a lo que los mayores llaman madurar.

Madurar o retroceder, ya no sabría como llamar a esta sensación. Una sensación que deja vacío, desanhelo y sobre todo, incertidumbre. Si es cierto que madurar supone sentirnos perdidos y sin rumbo, creo que he madurado hasta llegar a niveles inauditos; leer mas hasta no saber que autor es tu favorito, escuchar tantas músicas diferentes que ya no sabes que es lo que te gusta y lo que no, vestir de diferentes formas, entre ejecutiva y niña para no sentirte cómoda con ninguno de los dos trajes, y suspirando por pensar en el nudismo como una forma válida de modelo social, y sonrojarte pensando en la verguenza que te daría pasearte tal y como te trajeron al mundo.

Tus complejos se tornan infantiles pero imposibles de abandonar. Las mantas ya no te dan calor, pero al mismo tiempo sigues sintiendo esa calma chicha de no saber donde te encuentras. Un dualismo dificil de explicar, que solo se podría ver reflejado en un espejo partido por la mitad.

El amor, tan buscado antes, ahora parece una utopía imposible. No, no quieres amar, pero ardes en deseo de entregarte por completo a alguien, y que ese alguien se enamore locamente de ti, y que de la vida si la pides, siendo egoistamente tuya, siendo egoistamente suya. Es pasión o es deseo? Es la necesidad de querer o la de sentirse querida? O será, simplemente, un ansia desmedida a agarrarse a un clavo ardiendo?



Son todas esas y al mismo tiempo es ninguna. Es crecer, es madurar, pero sobre todo es una cosa; es creer en que todo esto, en un futuro no demasiado lejano, cambiará.

lunes, 2 de febrero de 2009

Era tan bonito soñar despierta...*


Era tan bonito soñar despierta... jugar a quererte, besarte como si fueses el único hombre al que había besado. Me enamoré del amor... podre niña ilusa de 19 años. Contigo quise ser mayor, a pesar de que, con cada paseo en el que me llevabas de la mano, más ganas tenía de correr tras las palomas para espantarlas mientras le tiraba palomitas de maiz.


Me gustaba ser niña a tu lado... y que me abrazaras cuando dormia, para despertarme entre tus brazos. Recuerdo una mañana, cuando me despertaste con un beso sabor a gel de baño. En ese instante quise ser bruja para poder parar el tiempo, y retener tu olor en pequeños frascos, para embriagarme en las horas que te pasaba esperando.


Esperandote... con pequeños sorbos de café a la medianoche, sabiendo que estabas a punto de llegar. La emoción transformada en miles de mariposas que revoloteaban nerviosas en mi estómago, mirando la tele, jugueteando con el movil. Una llamada, ya estabas ahí,



Si, supongo que me enamoré del amor. Y si, aún ahora, que se que no estás, que ya no te puedo abrazar en privilegiadas mañanas, me duele tu ausencia, se que no fuiste una ilusión. A pesar de que tu recuerdo a veces duela, a pesar de que a veces quiera borrarte porque tu ausencia me hace daño... a pesar de todo, me gustaría decirte que quizás te siga esperando. Pero eso sería mentirnos a los dos.



Porque, ni tu volverás a quererme, ni yo volveré a tomar café mientras te espero con la vista clavada en la ventana de mi salón.

Una ilusión en forma de viajero*


Una noche, no me acuerdo de qué mes. Una parada de autobus, pensamientos inútiles acerca del amor. Un chico con una maleta a cuestas, que me preguntó acerca de la dirección a seguir. Su cara me resultaba extrañamente familiar, amable, cercana.


Me habló de mitos, de leyendas, del latín como lengua universal y la literatura como forma válida de entender el mundo. Se despidió con un agradable adiós. Y un ojalá nos volvamos a ver.



Cuando llegó mi transporte, murmuré un "Buenas Noches" enmarcada en una tímida sonrisa, como resultado del descubrimiento de que si hay soñadores por el mundo. Saqué la agenda y un bolígrafo para escribir mis desvaríos adolescentes.



Porque, en forma de viajero, aún quedan sitios para bailar.




Y quién sabe! Quizás algún día vuelva a encontrar mi viajero.


domingo, 1 de febrero de 2009

Desenchanté*


En la radio sonaba desenchanté. Nada más acorde para la situación que se mostraba ante mis narices. Me di cuenta de ello mientras buscaba mi sujetador entre los naufragios en los que se había convertido [nuestra] relación. Me dió un beso en los labios, fruto (supongo) de lo que acababa de pasar en aquel pequeño zulo con los cristales empañados. Le devolví el beso mientras intentaba (triunfantemente) abrocharme los vaqueros mojados por la lluvia.


El salió a colocarse para irnos. Yo hice lo propio mientras me miraba en el espejo delantero intentando arreglarme el pelo (algo inutil teniendo en cuenta las altas horas que corrían en el reloj). En el camino a mi casa no dijimos nada, de vez en cuando su mano paseaba por la mia apoyada en el muslo... y era entonces cuando unas pequeñísimas palabras querían salir de mis labios. Afortunadamente, supe retenerlas, entendiendo que no era el momento preciso... no sé si estuve equivocada.


Nos despedimos con un tímido beso (por llamarlo de alguna forma) y un "mañana hablamos", sabiendo, de antemano, que ese mañana sería ausente, como empezaba a pronosticar un corazón miedoso.


Una vez en casa, dentro de mi cama, no sabía donde ubicarme. No sé si sería fruto de lo anteriormente pasado, si de la madrugada, o si era yo misma. No sabía si le quería o no te quería. Me asomé a la ventana y vi como el humo de mi cigarro se perdía en la noche. Bonita estampa para reflejar la incertidumbre... o la desubicación.



Pero ya se sabe... C´est caos.

domingo, 25 de enero de 2009

A la Rosita de Lorca...



"El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta"





Querida Rosita:




A pesar de entender que te sientas así, me permitiré el lujo de recordarte que fuiste tu y solo tu la culpable de haber esperado 25 años a que tu primo se le ocurriera venir a buscarte. ¿No tenías tu otros pretendientes? No, no, tu empeñada en que tu primo volvería, y después te llevaste el disgusto, por tonta, por esperar. ¿Y ahora qué?





Oye, que no me parece mal tu situación ¿eh? Que tu situación no es mala, es más, mas de una se cambiaría por ti con los ojos cerrados, pero claro, no es la misma época, y supongo que tu eres una pionera, así que mirándolo desde ese ángulo tienes motivos para estar orgullosa.
Mira, yo de ti hacía una cosa. Vete al hogar del jubilado, y si no lo hay, fúndalo. Hazte de unos cuantos discos de Perales y ponlo por las tardes, seguro que no te faltan maduritos (por llamarlo de alguna forma) que vayan a bailar a tu saón. Llevate a tu amiga la Solterona nº3, que seguro que te echa un cable.





Y nada, que le den al primo tia. Que tu vales mucho. Guarda el ajuar porque lo has hecho tu, y quién sabe, quizás el día menos pensado encuentres a alguien con quien usarlo. Pero hazme el favor de recuperar la esperanza, no en aquel al que esperaste durante 25 años, no, sino en ti misma, que no estás muerta, y te queda todavía tiempo para recuperar tu vida.





¡Ah! Se me olvidaba. Que sepas que la culpa no es tuya, es de ese mamon que te echaste por novio. Y bueno, un poco la tuvo tu tía, pero debes entenderla, ella es de otra época y otra forma de pensar. Tu no has echo nada malo, solo pecar de ingenua, de idealizar a quien no se merecía. Pero no te preocupes, porque de errores también se aprende.
No dejes que tus rosas se terminen de marchitar...




Un beso acompañado de un abrazo. (¡Y cambia tu vestido, por favor!)




Mu Tuya, Laura.

miércoles, 21 de enero de 2009

Te acuerdas...?


Si, es a ti. A ti te pregunto. ¿Te acuerdas cuando empezamos ese "algo tan divertido" que ya se acabó? ¿Te acuerdas como te pregunté aquel día tras el paseo por la playa si ibas a jugar conmigo? ¿Te acuerdas de como te reiste mientras no decías nada?



¿Te acuerdas? Lo dudo.



Para ti todo el fácil. Ya nada se recuerda. ¿Para qué? Yo lo diré; Para nada. Me acuerdo como me llamaste la primera vez, lo sorprendida que me sentí, Recuerdo que fui a verte extrañada, con mis gafas y mi pelado nuevo... a fin de cuentas tu eras un colega más... bueno, maticemos; el colega de mi excolega especial.


El caso querido, si es que aún puedo llamarte así, es que todavía no comprendo por qué empezaste a llamar. Quizás estabas aburrido, quizás intrigado. Quizás tenías ganas de emociones nuevas, querías algo diferente... un boleto, o un volante hacia nunca jamás.



No me prometiste el mundo, pero casi casi me prometiste la luna. Viajes fantásticos, ilusiones por doquier. Una sonrisa en cada mañana, un beso en cada noche.



¿Y ahora pretendes tomar café como si nada? Maticemos de nuevo. Café y tortitas... para endulzarte la situación que a mi se me hace igual de amarga que mi amado café. Ya no llamas, yo tampoco lo hago...¿para qué si ni siquiera respondes a un mísero mensaje para decir adiós?



Siendo egoista, a pesar de escribirte estas líneas, te digo que no puedo ser tu amiga... por una razón simple, estoy un poco dolida, un poco extraña... y yo lo quiero todo... es decir; o todo, o nada.

viernes, 16 de enero de 2009

Palabras contenidas


Solo podía pensar una cosa mientras veía aquella jodida foto... Me gustaría saber que tenía ella, y que a mi me faltaba para poder haber sido lo suficientemente buena y que no me dejara cual perro en la cuneta.



Y sin fuerzas, porque esta vez, no tengo ganas ni de chillarle a la luna que me observa burlona desde mi ventana...




Yo solamente queria ser perfecta... y que me quisieras...




Y ahora solo siento rabia... impotencia, porque sé que, haga lo que haga, ni siquiera me dedicas un segundo de tus pensamientos.






martes, 13 de enero de 2009

Todavía recuerdo la primera vez que caí...


Y como si fuera ayer... el ruido al otro lado del pasillo. Yo en el suelo, un sabor extraño en la boca. Recuerdo la segunda caida, como perdí el conocimiento... Recuerdo haber mentido al doctor de mirada impasible y la sensación de vacío en el interior...



Y a veces, cuando el pasado vuelve con más fuerza me pregunto ¿acaso he avanzado tanto como yo creía?



Y la respuesta es negativa... sobre todo cuando pierdo la cuenta de las veces que he vuelto a caer y me faltan los dedos de las manos... sobre todo cuando me veo a mi misma delante del espejo y me doy cuenta de que he vuelto al mismo punto de hace algunos años.

domingo, 11 de enero de 2009

Sigo confunda: II Parte.

No sabes cuantas lágrimas he derramado tras dejarte en la parada del autobús. La respuesta es más simple y a la vez más dolorosa de lo que pensaba. Soy tu colega, tu amiga, tu compañera de cafés en los que charlar como dos personas que nunca compartieron mas que eso mismo... charlas.



Si, definitivamente quiero arrancarme el corazón...


Y me fumaré ese cigarro de vainilla. por ti, a tu salud.

sábado, 10 de enero de 2009

Un poco confundida...


Lo supe en cuanto se acercó a mi. En cuanto me dijo que quería pasar supe de inmediato que debía decir que no. Sabía que me ibas a llamar... no sé por qué, pero me dió esa sensación. ¿Sabes todo lo que te he pensado esta semana? ¿Sabes que me habia resignado a no saber más de ti? ¿Sabes, además, que he derramado todas las lágrimas hasta llegar al extremo de desidratarme?


No, obviamente no lo sabes. Y obviamente no lo diré. Es amor querido. Te Quiero. Y ha bastado un vistazo a tus llamadas perdidas para comprender que no es cierto aquello de "A rey muerto, rey puesto". Sigo esperando una explicación, las palabras que me hagan comprender qué fue lo que pasó, y sobre todo, sigo llamando a Pandora, porque sigo teniendo la esperanza de que me prometas el mundo, que me digas que fue solo un mal pensamiento, que si, que quieres estar conmigo, que se te ha hecho interminables estos días sin saber de mi.


Decirme, a fin de cuentas, que no todo fue en vano, y que si contaron en algo los momentos que pasé a tu lado. Decirme que tengo un rinconcito en tu corazón que me pertenece, y que no sabes que pasó, pero que ahora lo tienes claro...



Quererte Querido, no es asunto fácil. Me duele demasiado, pero de la misma forma, tu eres mi remedio y mi veneno favorito...

domingo, 4 de enero de 2009

Canción de madrugada...*

El amor duele, eso nadie lo puede negar. No lo pueden negar mis ojos, que se están quedando secos por las lágrimas que echan. No lo pueden negar mis mejillas, bláncas por la falta de sangre, que bombea a todo ritmo en mi cerebro. No lo pueden negar mis manos, ni mis dedos, llenos del negro rimel que horas antes habían adornado mis ojos.

No, nada en mi persona puede negar ahora mismo que el amor duele. El corazón me va a estallar, la garganta va a explotar. Mis cuerdas vocales claman por pegar un grito que desgarre la habitación en la que me encuentro, igual que mi pequeño órgano vital se ha roto en mil pedazos.

La respiración agitada, mil pulsaciones por minuto. Cualquiera diría que tengo sobrecarga de adrenalina. Es la sensación de fracaso de nuevo, y el intento de dormir otra vez fallido. Un libro en el sofa, una manta sobre la mesa, tila en la taza, y los sentimientos luchando por salir de esta maldita boca que les cierra el paso.

Si, es cierto, es amor, es enfermedad.


Ingresenme pronto... estoy a punto de arrancarme el corazón.

viernes, 2 de enero de 2009

Un año más...

Las palabras me quemaban los labios. La mente me daba mil vueltas, fruto de la exitación, del vino y de unos tragos de Whisky... no era capaz de pronunciar sonido alguno, a pesar de que estos se quisieran escapar de mis labios.

- Qué te pasa?
-Nada
-Seguro?

Me quedé mirándolo, al tiempo que mis dedos jugueteaban con tu pelo.

-Te quiero
- Seguro?
- Si, aunque sea una estúpida
- Por qué?


Salí del coche y pegué un portazo. Le miré por última vez desde fuera y le hice un signo de "no sé, es así".


Apresurada, conseguí que las llaves abrieran la puerta de mi casa. Y una vez dentro, me eché a llorar como una niña...


Es así como comencé el año. Con el corazón en la mano, la verdad por delante y mis sentimientos por delante de mí. A pesar de que se que me vas a matar. Pero yo me suicidaré antes.


A día de hoy, sigo sin tener noticias suyas.