lunes, 15 de junio de 2009

Ahora...

Mi niño, no te entristezcas ni te preocupes por mi. Son cosas de mayores las que pasan ahora, pero tu debes de estar tranquilo, porque saldremos de esta, te lo prometo. Mirate lo grande que estás, no paro de preguntarme cómo te sentirás en ese pequeño lugar en el que estás despertando a la llamada vida. Yo nunca te dejaré solo, antes moriría. Nunca te haré sentirte mal mi vida, porque tu no tienes la culpa de nada de lo que me pase a mi. Tu eres mi decisión y mi responsabilidad, al tiempo que lo que mas quiero en este mundo en este momento.


Ayer decidí marcharme de casa. Nunca volverá a ser nada como antes. Pero saldremos adelante mi vida, te lo prometo. Mientras escucha aquello de carnecita de gallina y recuerda que antes de que la luna se meta en tu cama ya me habré metido yo para cantarte las nanas que me invento.


Tranquilo mi vida, mi alma, mi corazón... que la madre fortuna volverá a sonreirnos a los tres.

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