martes, 9 de marzo de 2010

Mi corazón...

Mi corazón está roto, una vez mas. Pero me lo he roto yo sola, sin nadie. Me lo he partido a pedazos cada vez que he querido por querer sin realmente quererlo.

y ahora me pregunto...

¿donde puedo recoger los pedazos?

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ascenso tras el descenso...

Supongo que a veces es necesario bajar a los infiernos para darnos cuenta del infinito valor que posee la vida, la libertad, nuestra persona...



Y al volver, qué bonito se nos plantea el sol cada mañana, que bonito es dar gracias todos los días al despertar... que bonito es sentir calma... tranquilidad...

jueves, 19 de noviembre de 2009

Mi última carta...

Esta es mi última carta, aunque no creo que nunca llegues a saber de su existencia... es una forma de desahogo, una manera de intentar quitarme el peso que tengo en el pecho, un grito desesperado de pedir al cielo que me ayude a pasar esto... una petición de olvido, una partida al desprecio...


Se que he sido yo la que ha dicho adiós primero, y creo que es lo correcto. Se que no estás de acuerdo, pero, enemigo, ya no se si es debido al interés o al amor que decías sentir hacia mi. No se si realmente me has querido, o si me has querido a tu manera, o si has intentado comprar el amor de mil formas no materiales para un propósito que, de momento, intento se escape a mi mente. Sin embargo, ha sido decir se acabó, y se ha acabado... no se, pensé que me querrías algo mas. Llamalo ego de mujer, pero ya me has hecho sentir la mierda en el suelo que contigo llegué a ser... es fácil olvidarse de alguien como tu dijiste... tu ya lo has hecho... es cierto, olvidarme debe ser fácil.


Ayer estube pensando en nosotros, no se, no todo fue malo... aunque lo bueno fuera irremediablemente unido a un desencadenante malo. Quizás el que te hayas ido ha sido una forma agradable de que esto se termine, así, es más cómodo decir que han sido las circunstancias las que nos han separado antes de reconocer que tenía miedo a abandonarte. Ya no se si miedo físico o irreal... pero tenia miedo. No se, esta nueva actitud de total desprecio quizás me haga ver que simplemente me habrías desechado de tu vida y no me habrías perseguido como me dijiste en alguna que otra ocasión... "vayas donde vayas, nunca te podrás librar de mi"...


Quizás todo lo malo sea una construcción de mi mente extraña, y no sea verdad todo lo que he visto en mi mente en las últimas dos semanas... de cualquiera de las maneras, ya no estás, y tengo que seguir mi vida, aunque me cueste no pensar que no he valido lo suficiente para que me retuvieras en tus pensamientos algún tiempo mas... pero también me demuestras, con esa actitud, que es hora de que sea yo la que me de a valer, desprendiéndome de los prejuicios y las imágenes que hacia mi misma mi mente creó...



Por eso se acabaron las peleas a medianoche, los gritos de madrugada, los empujones en el baño por dios sabe que, las lágrimas y ocultarme porque tengo miedo, el apagar el movil, el no salir, el tener miedo a que te enfades... se acabó el pensar que tu eres el centro de todo, y que yo, sin ti, no valgo nada.

















Supongo que ha sido una experiencia conocerte, QUERIIDO ENEMIGO...

sábado, 10 de octubre de 2009

Esperamé, yo te esperaré

Todavia no me creo que te hayas ido. Miro el movil, y espero con las mismas ansias el momento de tu llamada. No, no me lo creo. Todavía me resisto a creer que todo esto haya pasado, y solo espero el momento de despertar de esta maldita pesadilla que con el paso de los días se me está transformando en una escalofriante realidad… tu ausencia.

No, todavía me resisto a creerlo, a aceptarlo. Aceptar que esto haya llegado al fin, que nunca más volveré a sentirte a mi lado, a saber que vendrás a buscarme a la hora de la quedada, al momento en el que nos fundiremos en un abrazo y sabremos que el mundo no existe para nosotros dos, que solos tu y yo vivimos en una burbuja en la que nadie puede entrar, ese aura llena de protección, amor y cariño que va mas allá de la comprensión de todos aquellos que no creen en el amor.

No, dime que no es el fin. Dime que podremos encontrar una solución, dime, por favor que todo esto no se ha acabado. Dame un recoveco de esperanza ilusoria en el que poder cobijarme hasta el momento de tu regreso. El momento en el que todo volverá a ser como siempre, tu y yo y nosotros como única realidad verdadera y válida… nosotros, solos, tu y yo.

Tu eres mi vida, mi cielo, mi razón de seguir adelante. Contigo se que todo puede ser posible, que si lo podré lograr. Tu eres el motivo por el que he vuelto a creer y a sonreir como una niña, la razón por la que he vuelto a recuperar las ganas de superarme una y otra vez. Tu eres todo, tu eres mi todo.

Prométeme que volveremos a estar juntos, así pasen tres, cinco o diez años. Que volveremos a estar juntos, pase lo que pase, que esto no es un adiós definitivo, solo una pausa, un momento para los anuncios, para la publicidad, para volver a coger la historia con más emoción si es que eso es posible. Ç

Niño, tu eres mi vida, y no sabes como me está comiendo la desesperación por dentro. No duermo, apenas como, solo le doy vueltas y vueltas a la cabeza acerca de cómo podrìa conseguir que volvieras, y mandar a todo el mundo que te ha hecho sufrir a la mierda, para darles en las narices con sus puñeteros discursos de burocrácia inexistente, ciega y estúpida.

¿sabes algo? Yo te esperaré siempre, porque eres el único hombre del que me he enamorado y del que me enamoraré, y todavía quiero creer que podrás volver. Me dicen que lo único que puedo hacer es casarme… pero ahora no puedo hacerlo, no puedo. No es un plan factible, no se puede sustentar en los malditos preceptos legales que exigen un patrimonio común y un historial de nosequé mierda para que podamos certificar que esto es algo más que un maldito papel de mierda. Pero ¿sabes otra cosa? Que si que me casaría contigo, no para arreglar esto, sino porque te quiero, y te quiero tener todos y cada uno de los dias de mi vida a mi lado. Quiero ver como el tiempo pasa por nuestros ojos. Y si no hay matrimonio, pues que no lo haya. Yo solo quiero pasar el resto de mi vida contigo… uno tras otro y tras otro…

Así, que te propongo algo, cuando pueda sustentarme por mi misma, cuando pueda certificar todo aquello que me piden para un maldito matrimonio o lo que sea, aceptame en matrimonio, porque te quiero, así pasen tres, cinco, o diez años. Casate conmigo dentro de tres años. Vente a vivir conmigo dentro de tres años. Haz tu vida conmigo para siempre dentro de tres años. Se mio para siempre y acéptame tuya para siempre dentro de tres años… quiereme para siempre dentro de tres años…



Yo te querré siempre mi vida, mucho más de tres años… así pasen treinta años.

miércoles, 8 de julio de 2009

Adios.

Me has mentido. Y yo te he creido... o he creido creerte, según se mire. Y sigues mintiendo. Ya sabía que eras el enemigo, pero nunca imaginé hasta que punto lo serias. Y mirame, que idiota soy, y más aún que he sido. No me creo nada. Ya no. Se me han olvidado nuestras noches, nuestras tardes hablando, nuestros cafés y tus "buenos días mi vida". Se acabó, ya no te creo.


Un día me dijiste que no matara lo que sentías por mi... bien, ahora te veo como un aprovechado que creyó encontrar en la pequeña niña de ojos azules que no soy a la idiota que se enamoraría y creería cada palabra que salia de tu boca. Lo siento, te equivocaste de cría. No es que yo haya matado nada... no se puede asesinar aquello que nunca nació. Y puede que si sientas cariño... pero lo has enterrado mentira sobre mentira... ya ni siquiera pienso que tu nombre sea verdad.


Y te voy a decir adiós aunque me duela la vida... ya solo siento rabia, rabia y dolor. Espero que haya alguien que te crea cariño... porque obviamente, las historias (mas todavía) de anoche, siguen sin encajar en el incompleto puzzle que has creado de tu vida.


Y gracias al cielo doy de no tener nada tuyo dentro de mi. Si, supongo que fuiste el polvo del siglo... pero bueno, todavía me queda por buscar el del milenio.














Mierda de Atlántico y de playa... al carajo.

lunes, 15 de junio de 2009

Ahora...

Mi niño, no te entristezcas ni te preocupes por mi. Son cosas de mayores las que pasan ahora, pero tu debes de estar tranquilo, porque saldremos de esta, te lo prometo. Mirate lo grande que estás, no paro de preguntarme cómo te sentirás en ese pequeño lugar en el que estás despertando a la llamada vida. Yo nunca te dejaré solo, antes moriría. Nunca te haré sentirte mal mi vida, porque tu no tienes la culpa de nada de lo que me pase a mi. Tu eres mi decisión y mi responsabilidad, al tiempo que lo que mas quiero en este mundo en este momento.


Ayer decidí marcharme de casa. Nunca volverá a ser nada como antes. Pero saldremos adelante mi vida, te lo prometo. Mientras escucha aquello de carnecita de gallina y recuerda que antes de que la luna se meta en tu cama ya me habré metido yo para cantarte las nanas que me invento.


Tranquilo mi vida, mi alma, mi corazón... que la madre fortuna volverá a sonreirnos a los tres.

martes, 9 de junio de 2009

De nuevo hablan mis entrañas...

Ya tienes casi dos meses... y mirate lo grande que estás. Debo decirte que me molesta esta maldita tripita que me está saliendo, pero no puedo dejar de acariciarte mientras la miro al espejo. Algunos dicen que tengo un brillo especial en la mirada, otros, que parece que no he parado de llorar en meses... y es cierto, no paro de llorar. Lloro por tí, y por mí, porque no se que hacer con nosotros. Si otras fueran las circunstancias y el momento, haz cuenta de que ni siquiera me plantearía otra alternativa que la de verte crecer día tras día en mis entrañas. Pero ahora ¿qué solución es la adecuada? No hablo de la fácil o de la correcta, puesto que de ambas se la respuesta, hablo de la adecuada a mi edad y a la tuya. A mi vida y a la suya, a la que hemos convertido en la nuestra...


Tranquilo mi vida, que ahora, en el momento presente sigues estando a salvo. Ahora he descubierto que tu has descubierto los frutos secos, y que, al igual que a mis pulmones, el tabaco no te gusta. Cuando pongo carnavales noto que el corazón se te alegra, debe de ser porque también te sientes de la tierra que pisas.


Mi niño, mi vida, mi corazón, descansa tranquilo y escucha los pasodobles que te canto para que te duermas...