miércoles, 4 de febrero de 2009

Perdida...

Perdida en un mar sin saber que rumbo tomar, me siento como un naufrago sin un Wilson a quien contarle mis desvaríos adolescentes. No sé que camino escoger, no sé a donde dirigirme. No se nada.

Cierto día, hablando con un amigo, me comentaba el hecho indiscutible de que sus planteamientos se habían derrumbado sin dejar en su lugar unos nuevos. Las opiniones que antes se tomaban como irrfutables se presentan ahora como carentes de fundamento o razón. A esto le contesté, entre sorprendida y directa, que es aquello a lo que los mayores llaman madurar.

Madurar o retroceder, ya no sabría como llamar a esta sensación. Una sensación que deja vacío, desanhelo y sobre todo, incertidumbre. Si es cierto que madurar supone sentirnos perdidos y sin rumbo, creo que he madurado hasta llegar a niveles inauditos; leer mas hasta no saber que autor es tu favorito, escuchar tantas músicas diferentes que ya no sabes que es lo que te gusta y lo que no, vestir de diferentes formas, entre ejecutiva y niña para no sentirte cómoda con ninguno de los dos trajes, y suspirando por pensar en el nudismo como una forma válida de modelo social, y sonrojarte pensando en la verguenza que te daría pasearte tal y como te trajeron al mundo.

Tus complejos se tornan infantiles pero imposibles de abandonar. Las mantas ya no te dan calor, pero al mismo tiempo sigues sintiendo esa calma chicha de no saber donde te encuentras. Un dualismo dificil de explicar, que solo se podría ver reflejado en un espejo partido por la mitad.

El amor, tan buscado antes, ahora parece una utopía imposible. No, no quieres amar, pero ardes en deseo de entregarte por completo a alguien, y que ese alguien se enamore locamente de ti, y que de la vida si la pides, siendo egoistamente tuya, siendo egoistamente suya. Es pasión o es deseo? Es la necesidad de querer o la de sentirse querida? O será, simplemente, un ansia desmedida a agarrarse a un clavo ardiendo?



Son todas esas y al mismo tiempo es ninguna. Es crecer, es madurar, pero sobre todo es una cosa; es creer en que todo esto, en un futuro no demasiado lejano, cambiará.

1 comentario:

  1. no sé cuál será. hablan también de los que les gusta tomar el pelo??

    me habían hecho ilusiones, cuando ya pensé que nada me afectaría, y mira... llorando por un tío distinto, esta vez

    ResponderEliminar