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lunes, 23 de febrero de 2009

Todavía...


Quizás es que a mi corazón le gusta martirizarse. Quizás se debe a mis sentimentales tendencias sadomasoquistas, a las que les gusta recrearse una y otra vez en recuerdos dolorosos que nada le reportan al (in)grato presente.


Es por ello, quizás, que no me tomo la dosis de calmantes antes de verte, para sentir la adrenalina, e imaginar momentos imposibles que terminan con un "lo siento" de tus labios sellados por un beso. Pero no caigas en el error de pensar que eres el primero con el que hago esto.


Todavía recuerdo aquel primer amor, el primero que me hizo llorar, aquel que comenzó, y terminó al mismo tiempo, el día que se dictó la sentencia en una pequeña calle del pueblo que me vió crecer. Todavía siento, como si fuera ayer, como la desaparición repentina de aquel que con tan bonitas palabras me había ganado me hizo sumergirme en una espiral de la que mentiría si dijera que ya lo he superado.


Después vinieron otros, que me ayudaron a olvidarlo. Un chico que se convirtió en mi primer novio... en mi primera vez, en mi primera pareja como tal. Un chico que me acabó haciendo llorar, pero al que no guardo rencor, porque el tiempo me ha enseñado a comprenderlo y a saber que yo era demasiado debil para el... o quizás, demasiado rara.


Recuerdo otros besos, en noches de verano... incertidumbre por la distancia, palabras que cayeron al olvido... y noches en vela, sollozándole a la luna, pidiéndole las respuestas que ella nunca me dió pero que me llegaron de otras manos.


Si, recuerdo muchos besos... algunos de mentira, otros más sinceros... otros fruto del cansandio, otros de la rabia. Otros con un resquicio de amargura feminista, otros llenos de ira, de fuego, de pasión. Otros, quizás los más amargos, fruto del alcohol y de la borrachera... acompañados por el frío de la mañana amainados por un café que era más dulce que el recuerdo de la oscuridad precedente.



Si... fueron otros besos y otros amantes. Fueron otras noches y otras historias... otras mañanas y otras no decisiones... fue el alcohol y fue la necesidad de escapar... fue la desesperanza o el miedo, el terror a la soledad, que me llevaron a buscar el amor momentaneo (si es que puede llamarse así) en las compañías erroneas que solo quedaban en instantes efímeros sin ninguna trascendencia más que en el momento compartido.



Si, fueron otros. Que no fuiste tu. Y en medio de una vorágine que parecía encontrar la salida, apareciste con tu maldita sonrisa y tus ánsias de comerte el mundo.



Y aquí me tienes, intentando no pensar en tí. Intentando olvidarte como buenamente puedo maldito cabrón. Que me prometiste el mundo para luego darme un mísero trozo de periódico. Que me dijiste Te Quiero cuando no sabías que decir. Que me besaste en fin de año para dejarme el año nuevo vacío.



Y todavía me preguntan que como estoy... jodida, estoy jodida. Haciéndome la fuerte para que no me veas caer... para que te vuelvas a enamorar si alguna vez lo estuviste... para que me mires como la chica alegre y sonriente con la que una vez quisiste recorrer el mundo.

domingo, 15 de febrero de 2009

Verte de nuevo es verte como siempre...


Hace dos días te vi después de aquel fatídico café. Sigues igual de guapo que siempre, y la sonrisa sigue iluminando tu cara. Sin embargo, creo que huvo algo diferente en tu expresión, o quizás serían imaginaciones mías derivadas del cansancio acumulado tras varias horas de viaje. Ver como te fuiste al poco de mi llegada casi llega a alimentar mi ego... o el verte ayer repitiéndome una y otra vez lo borracho que estabas. Quizás, en tu crápula, estaba la oportunidad de volver a besarte... o no.


O quizás cuando bromeaste con aquello de venirte a casa... ojalá lo hubieras dicho de verdad. Sin embargo, ya no se que es lo que siento, o pienso, o... Me gustaría pensar que te has parado a pensar en esto, o que te has planteado el "qué hubiera pasado si quizás". Pero no soy idiota (al menos ya no tanto) y sé que solo son las divagaciones ilusiorias de una mente desubicada tanto en el espacio como en el tiempo. Pero bueno, creo que divagar no es demasiado nocivo siempre y cuando seas cosciente de la cerca que separa ambas realidades.


Verte de nuevo, querido, es verte como siempre. Y soñar con besarte de nuevo, o pensar en un arrepentimiento por tu parte, han quedado como divertidos pensamientos de mi ociosa mente. Sin embargo, no me atrevo a decir que ya te he superado, porque quizás no sea verdad... pero soy consciente de la ineludible verdad de tu rechazo hacia una relación como la pasada (si es que alguna vez existió como tal) a la vez que me recocijo en el hecho de como me miraste ayer... aunque me desilusioné por no encontrar unos labios que me esperaran, tímidos, al volver la cabeza.



Quien sabe, quizás es que seas tímido, o quizás es que ni siquiera te atraiga... O quizás es simplemente que el tedio terminó por llenar ese espacio que siempre existió entre nosotros...





Pero bueno, solo decirte, sin pretensiones de ningún tipo, que te he echado de menos, y que me alegro de haberte visto.




Y esta vez, debido a tu desconocimiento de este espacio privado, no me darás una respuesta... al igual que no lo hiciste cuando te lo dije directamente.

viernes, 6 de febrero de 2009

Un solo pensamiento...


Cuando salí de aquel maldito examen solo pude pensar una cosa en medio del sentimiento de fracaso que me invadía... llamarte para oir tu voz y reir... y que me animaras como siempre lo conseguias...




Porque, estando a tu lado, el mundo desaparecía en pro de una nueva realidad; Tu y yo.





Y todo lo demás, por lo menos para mí, perdía importancia en cuanto te veía sonreir.

miércoles, 21 de enero de 2009

Te acuerdas...?


Si, es a ti. A ti te pregunto. ¿Te acuerdas cuando empezamos ese "algo tan divertido" que ya se acabó? ¿Te acuerdas como te pregunté aquel día tras el paseo por la playa si ibas a jugar conmigo? ¿Te acuerdas de como te reiste mientras no decías nada?



¿Te acuerdas? Lo dudo.



Para ti todo el fácil. Ya nada se recuerda. ¿Para qué? Yo lo diré; Para nada. Me acuerdo como me llamaste la primera vez, lo sorprendida que me sentí, Recuerdo que fui a verte extrañada, con mis gafas y mi pelado nuevo... a fin de cuentas tu eras un colega más... bueno, maticemos; el colega de mi excolega especial.


El caso querido, si es que aún puedo llamarte así, es que todavía no comprendo por qué empezaste a llamar. Quizás estabas aburrido, quizás intrigado. Quizás tenías ganas de emociones nuevas, querías algo diferente... un boleto, o un volante hacia nunca jamás.



No me prometiste el mundo, pero casi casi me prometiste la luna. Viajes fantásticos, ilusiones por doquier. Una sonrisa en cada mañana, un beso en cada noche.



¿Y ahora pretendes tomar café como si nada? Maticemos de nuevo. Café y tortitas... para endulzarte la situación que a mi se me hace igual de amarga que mi amado café. Ya no llamas, yo tampoco lo hago...¿para qué si ni siquiera respondes a un mísero mensaje para decir adiós?



Siendo egoista, a pesar de escribirte estas líneas, te digo que no puedo ser tu amiga... por una razón simple, estoy un poco dolida, un poco extraña... y yo lo quiero todo... es decir; o todo, o nada.

viernes, 16 de enero de 2009

Palabras contenidas


Solo podía pensar una cosa mientras veía aquella jodida foto... Me gustaría saber que tenía ella, y que a mi me faltaba para poder haber sido lo suficientemente buena y que no me dejara cual perro en la cuneta.



Y sin fuerzas, porque esta vez, no tengo ganas ni de chillarle a la luna que me observa burlona desde mi ventana...




Yo solamente queria ser perfecta... y que me quisieras...




Y ahora solo siento rabia... impotencia, porque sé que, haga lo que haga, ni siquiera me dedicas un segundo de tus pensamientos.






sábado, 10 de enero de 2009

Un poco confundida...


Lo supe en cuanto se acercó a mi. En cuanto me dijo que quería pasar supe de inmediato que debía decir que no. Sabía que me ibas a llamar... no sé por qué, pero me dió esa sensación. ¿Sabes todo lo que te he pensado esta semana? ¿Sabes que me habia resignado a no saber más de ti? ¿Sabes, además, que he derramado todas las lágrimas hasta llegar al extremo de desidratarme?


No, obviamente no lo sabes. Y obviamente no lo diré. Es amor querido. Te Quiero. Y ha bastado un vistazo a tus llamadas perdidas para comprender que no es cierto aquello de "A rey muerto, rey puesto". Sigo esperando una explicación, las palabras que me hagan comprender qué fue lo que pasó, y sobre todo, sigo llamando a Pandora, porque sigo teniendo la esperanza de que me prometas el mundo, que me digas que fue solo un mal pensamiento, que si, que quieres estar conmigo, que se te ha hecho interminables estos días sin saber de mi.


Decirme, a fin de cuentas, que no todo fue en vano, y que si contaron en algo los momentos que pasé a tu lado. Decirme que tengo un rinconcito en tu corazón que me pertenece, y que no sabes que pasó, pero que ahora lo tienes claro...



Quererte Querido, no es asunto fácil. Me duele demasiado, pero de la misma forma, tu eres mi remedio y mi veneno favorito...

sábado, 27 de diciembre de 2008

Buenas tardes... amor...


No quiero ser pesada. No lo seré de nuevo. No sé donde estás, ni siquiera si estás pensando en mi. Me niego a llamarte, no creo que sea lo que más te apetece en este momento. Creo que estás molesto porque no he ido contigo pero... ¿para qué ir? lo podría haber pasado bien, pero no habría hablado contigo, y aún así, no creo que el aire de las alturas hubiera sido beneficioso para mi pobre pecho...


Me falta el aire querido, me estoy muriendo... Me duele respirar, y ya no me quedan pastillas que tomarme para que mi corazón deje de latir aceleradamente... imagina el plan. todos allí bebiendo y fumando, y yo con un vaso de agua y una piruleta con forma de corazón, de fresa, por favor.


Creo que esto se ha terminado. Y comienzo a sentir libertad, mezclada con tristeza y ansiedad, dicho sea de paso. Tu podrás volar viviendo el momento, y yo podré morirme libre, a gusto, mirando al río y no a la niebla de la noche.



Dicho esto, me largo al hospital... para que me receten pastillas para no soñar.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Ahora que no estás...


Ahora que no estás, que te has marchado para el fin de semana, veo horas libres para mi sola, en las que tu no serás mas que el pensamiento inexistente de mi mente impaciente. Ya te he pregunté que oprimia tu corazón, y la respuesta fue la misma de siempre, nada. Y se que algo te entristece, y que algo de pasa, pero ¿cómo adivinarlo si nunca se me dió bien aquello del vuelo de los pájaros? A cada respuesta que no das, a cada palabra que callo, veo como un abismo más y más grande se crece entre nosotros... y no me he ido contigo este fin de semana, mi salud no me deja, y mi mente, y mi corazón parece ser que están de acuerdo... no puedo seguir intentando hacer como si nada pasase, porque así solo me vuelvo más y más arisca...


Y sé que me estoy arriesgando a perderte... pero si voy a perderte, es que tu, dfinitivamente, no eras para mi.


Aunque te siga queriendo, claro.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Pensamientos de madrugada...


Veo las llamadas que no llegan a mi teléfono. Las respuestas inexistentes a los mensajes que, con miedo, o con amor, envio con impaciente ansia de respuesta. Se que algo oprime tu corazón, lo mismo que quita aire al mio. Se que necesitas volar, y que no soy más que un estorbo en tu camino hacia delante... lo mismo que tu supones para el mio...


No te diré que te quedes, no te suplicaré que permanezcas a mi lado, porque, a pesar de que tu, al igual que yo, sientas que sí podría ser, somos personas demasiado independientes, con demasiado complejo de Icaro, deseando llegar hasta el sol, para mas tarde estrellarnos y acostarnos en la cama llena de quemaduras...


¿Cómo decirte todo esto? No puedo... no sé como hacerlo, no se estar contigo, no se estar con nadie... a pesar de que mi corazón me diga que si que puede ser... pero la soledad hizo estragos en mi pobre órgano de amor... y el dolor me intentó convencer de que nadie podría estar alguna vez conmigo... y de repente apareces tu, y me lo trastocas todo...



Aunque parezca mentira, volví a creer en el amor.... gracias a ti, y como una tonta volví a enamorarme, a traición... Porque me has hecho sentir, y solo por verte reir, daría mi vida si hiciera falta... porque tu, a mi , me has hehco volver a sentir... y volver a sonreir ante las cosas más bonitas de la vida, como pueda ser una noche de playa a la luz de la luna...





Y aunque no te lo creas, no te odio... Te quiero.