Las palabras me quemaban los labios. La mente me daba mil vueltas, fruto de la exitación, del vino y de unos tragos de Whisky... no era capaz de pronunciar sonido alguno, a pesar de que estos se quisieran escapar de mis labios.
- Qué te pasa?
-Nada
-Seguro?
Me quedé mirándolo, al tiempo que mis dedos jugueteaban con tu pelo.
-Te quiero
- Seguro?
- Si, aunque sea una estúpida
- Por qué?
Salí del coche y pegué un portazo. Le miré por última vez desde fuera y le hice un signo de "no sé, es así".
Apresurada, conseguí que las llaves abrieran la puerta de mi casa. Y una vez dentro, me eché a llorar como una niña...
Es así como comencé el año. Con el corazón en la mano, la verdad por delante y mis sentimientos por delante de mí. A pesar de que se que me vas a matar. Pero yo me suicidaré antes.
A día de hoy, sigo sin tener noticias suyas.
viernes, 2 de enero de 2009
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